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lunes, 5 de noviembre de 2012

Delicias Turcas de Cronicas de Narnia

Estos pequeños dulces, también conocidos como lokum, son la perdición del pequeño Edmund Pevensie, que vende su alma al diablo, en este caso a la Bruja Blanca, por ellos. Y no está injustificado su pecado, porque estos pastelillos son toda una delicia. Originarios de oriente próximo, como su propio nombre indica, fueron traídos a occidente en el siglo XIX por comerciantes ingleses que quedaron maravillados de su textura y sabor. Son básicamente pequeños cuadraditos de almidón y azúcar de textura pegajosa que se aromatizan con agua de rosas y limón y se espolvorean con azúcar glass. Su preparación es más sencilla de lo que parece, aquí tienes las instrucciones.

Ingredientes:
* 380 g de azúcar.
* 300 ml de agua.
* 12 g de gelatina sin sabor.
* La ralladura y el zumo de un limón.
* La ralladura y el zumo de una naranja.
* Agua de rosas para aromatizar. Si no la encuentras puedes usar agua de azahar.
* 1 cucharada de maicena.
* Azúcar glass para espolvorear.

Elaboración:
- Disolvemos el azúcar en la mitad del agua y lo ponemos a calentar a fuego medio. Añadimos la ralladura de la naranja y el limón, los zumos de ambos, el agua de rosas y lo dejamos hervir durante 15 minutos para formar un almíbar. Lo colamos para quitarle los trozos de ralladura.
- Calentamos la otra mitad del agua y disolvemos la gelatina en ella. Le añadimos el almíbar y lo calentamos hasta llegar a 116º-118º, lo que en pastelería se llama punto de hebra. Si no tienes un termómetro la forma de comprobarlo es cogiendo parte del almíbar con una cuchara y dejándolo caer en un bol de agua fría. Si vemos que forma una hebra de hilo, y que al amasarla con los dedos se forma una bola maleable, ya está hecho.
- Engrasamos una fuente rectangular con aceite de girasol y vertemos la mezcla. Lo dejamos enfriar y lo cortamos en cuadrados de unos dos centímetros. Tenemos que procurar que la mezcla quede con un dedo de grosor, como mínimo, así que no escojas una fuente muy grande. Si no tienes ninguna que valga, utiliza una cubitera de plástico.
- Mezclamos la maicena y el azúcar glass y espolvoreamos los cuadraditos para que no se peguen.
Y ya están listos. La única dificultad de esta receta es alcanzar el punto exacto del almíbar, si te pasas las delicias endurecerán demasiado, así que pon atención en ese paso. Si las conservas en un recipiente hermético duran bastante tiempo. En pastelerías especializadas se venden de distintos sabores e incluso algunos con frutos secos dentro, te animo a que pruebes diferentes variantes. Descubrirás que son más versátiles de lo que parecen.

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